Mejora la Producción Ganadera con Fertilización y Poda del
Kikuyo
El pasto kikuyo (Cenchrus clandestinus) es una gramínea perenne originaria de África, ampliamente utilizada en la ganadería colombiana, especialmente en regiones de trópico alto como Cundinamarca, Boyacá, Nariño y Antioquia. Su adaptabilidad a suelos con pH ácido, pendientes pronunciadas y zonas con alta humedad lo convierte en una opción preferida para la producción de leche en altitudes entre 2.000 y 2.900 metros sobre el nivel del mar.
Importancia de la fertilización y poda en el pasto kikuyo
La combinación de prácticas de fertilización y poda en el
pasto kikuyo ha demostrado ser efectiva para maximizar su rendimiento y calidad
nutricional, además de contribuir a la captura de carbono, promoviendo
prácticas más sostenibles en la ganadería.
Fertilización
La aplicación adecuada de fertilizantes, especialmente
aquellos ricos en nitrógeno, fósforo y potasio, es esencial para estimular el
crecimiento del pasto kikuyo. Estos nutrientes favorecen la producción de
biomasa y mejoran la calidad del forraje, proporcionando una dieta más
nutritiva para el ganado. Además, una fertilización bien manejada puede
optimizar la capacidad del pasto para absorber y almacenar carbono,
contribuyendo a la mitigación del cambio climático.
Poda o defoliación
La poda regular del pasto kikuyo, manteniendo una altura
residual adecuada, es crucial para fomentar un crecimiento vigoroso y una
estructura densa. Esta práctica no solo mejora la calidad del forraje, sino que
también facilita la acumulación de carbono en la biomasa aérea y subterránea. Estudios
han demostrado que la defoliación a una altura residual de 12 cm, en
combinación con niveles medios de fertilización, promueve una mayor captura de
carbono en la biomasa subterránea del pasto.
Beneficios adicionales
- Mejora
en la calidad nutricional: La fertilización y poda adecuadas
incrementan el contenido de proteínas y energía en el forraje, optimizando
la alimentación del ganado.
- Aumento
en la densidad y estructura del pasto: Estas prácticas favorecen una
mayor densidad de brotes y una mejor relación hoja-tallo, lo que se
traduce en una mayor producción de biomasa.
- Conservación
del suelo: Al promover una cobertura vegetal densa, se reduce la
erosión y se mejora la estructura del suelo, favoreciendo su conservación
a largo plazo.
Consideraciones para la implementación
Es fundamental realizar un análisis del suelo para
determinar las necesidades específicas de nutrientes y ajustar la fertilización
en consecuencia. Asimismo, se recomienda establecer un programa de poda que
considere la frecuencia y la altura residual adecuada, adaptándose a las
condiciones climáticas y al sistema de manejo del predio.
La adopción de prácticas de fertilización y poda en el pasto
kikuyo no solo optimiza la producción ganadera, sino que también contribuye a
la sostenibilidad ambiental, promoviendo una ganadería más responsable y
alineada con las necesidades del planeta.